Sexto año estuvo investigando y recordando cómo funciona el sistema respiratorio humano y su relación con el sistema circulatorio.
Primero, investigamos qué sucede en nuestro cuerpo al realizar actividad física así que decidimos ejercitarnos en la placita cercana al colegio. Contamos y registramos nuestras pulsaciones antes de ir, al llegar, luego de correr y luego de descansar. También utilizamos un estetoscopio para sentir los latidos del corazón y la respiración. Posteriormente graficamos los datos obtenidos.
Videos y láminas extraídas de libros no ayudaron en la investigación.
Finalmente, realizamos una maqueta sobre pulmones para poder mostrar su funcionamiento mecánico.
Conclusiones:
- Para respirar no hacemos “fuerza” por la nariz o por la boca, sino que es el diafragma el que nos fuerza a llenar nuestros pulmones de oxígeno y luego a descartar lo que no utilizamos.
- Al entrar el oxígeno, los alvéolos lo difunden a través de sus paredes hacia la sangre que se encarga de distribuirlo por nuestro cuerpo a las células que lo necesitan. Ellas lo utilizan para transformar los nutrientes y liberar la energía que necesitamos (moléculas ATP), agua y dióxido de carbono (desecho) que vuelven a los pulmones para ser expulsados a través de la espiración.